TIEMPO MUERTO

Paperback - 126 pages

Con Tiempo Muerto (1940) comienza el teatro puertorriqueño —en su aspecto formal escénico, sobre el texto dramático literario leído— y se inicia el quehacer teatral en una etapa cuya aportación es crucial para entender el desarrollo de las artes representativas en Puerto Rico. Méndez Ballester define, que no solo ubica, una situación social que responde a un momento histórico precario. La tragedia de Ignacio —conciente de su deber y en voluntad de cumplirla— es la de saberse derrotado. Como en el drama trágico clásico, el hombre ante el "ethos" que es negado por el destino.

Figueroa Chapel —El Mundo

Tiempo Muerto, obra cumbre del dramaturgo puertorriqueño Manuel Méndez Ballester, en principio la tragedia del campesino de la caña ahogado por el sistema social que imperaba hace cuarenta años, ha trascendido en tiempo y espacio convirtiéndose en la tragedia del ser humano que se ve despojado de su dignidad.

Ileana Cidoncha—El Nuevo Día

Tiempo Muerto es una gran tragedia puertorriqueña. Una obra de enjundia, donde se ahonda la realidad del país, presentando sus conflictos con enorme intensidad dramática. La historia de la familia de campesinos trabajadores en los cañaverales que Méndez Ballester presenta, nos toca la conciencia. El autor expone valiente y duramente los efectos de desintegración moral de la familia trabajadora que causaban el sistema de explotación humana impuesto por los poderosos consorcios de la industria del azúcar.

Bajo la forma de naturalismo social la pieza esta muy bien trazada. No hay artificios. El dolor expresado tan sobriamente prohíbe todo artificio. El lenguaje campesino esta logrado con admirable tersura poética. Todo es ambiente popular sombrío como las tragedias bárbaras de Valle Inclán.

Jose M. Villafaiña—El Nuevo Día