
Siempre en Viernes
Tapa blanda | 122 paginas
Como en las demás situaciones de mi vida que marcaban nuevos retos, viernes siempre fue el día decisivo: la llegada de Natalia a Puerto Rico, el nacimiento de mis hijos biológicos, la primera parálisis facial de Natalia, el nacimiento de mi nieto, el entierro de mi madre, mi divorcio.